No lloren por mí… yo estoy bien. Aquí no hay dolor, solo luz. Aquí también se baila, y a veces, cuando el viento sopla, soy yo, moviendo los pies entre las nubes. Soy Lourdes del Pilar, la hija de Segundo y Bertha, la hermana de Segundo, Gerardo y mi querida Rosario… Rosario, te extraño tanto, pero te sonrío desde el cielo, y sigo bailando contigo, aunque no me veas. Tuve una vida llena… fui madre, amiga, compañera, y madre dos veces, porque también fui padre. Tuve cuatro amores grandes: Lourdes Mercedes, Miguel Ángel, Dayanna y Milagros. Mi orgullo, mi razón, mi historia. Cuando llegaron mis nietos, Valentino y Mikael, mi alma volvió a reír como una niña. Ellos fueron mi nueva música. Y sí… me uní al grupo Latin Dance. Cada tarde en el parque Pedro Ruiz Gallo mi cuerpo seguía hablando con la alegría. Bailar era mi forma de agradecerle a la vida. Hoy, desde aquí arriba, los miro y los abrazo en silencio. Lourdes, hija mía… dedícate también a ti, y a mi pequeño Valentino. Lo que hoy parece difícil, pronto será solo un recuerdo. Miguel… me emociona verte madurar, cuida siempre a Mikael, y nunca olvides reír. Milagros… mi niña, te cuido desde el cielo, te rodeo de amor cada día. Dayanna… rezo por ti, por tu paz, por tu fuerza, por tus sueños. Y a todos, les digo esto: no lloren por mí. Bailen, vivan, amen. Porque la vida sigue, y el amor no termina con la muerte. Yo sigo aquí, en cada recuerdo, en cada canción, en cada paso de baile… soy esa brisa que los acaricia cuando más me extrañan. Y cuando miren al cielo, no busquen mi ausencia… mírenlo bien, ahí estoy yo, bailando para ustedes.
