Description
Aunque el Gambito de Dama es una de las aperturas más antiguas del ajedrez (documentada desde el siglo XV), no es realmente un sacrificio como su nombre sugiere. En esta estrategia, las blancas ofrecen el peón de la columna “c” para ganar control del centro del tablero, especialmente las casillas “d4” y “e4”. Pero si las negras aceptan el peón, las blancas pueden recuperarlo fácilmente más adelante… ¡así que el “gambito” es más psicológico que material! Además, tras el éxito de la serie The Queen’s Gambit, las búsquedas sobre esta apertura aumentaron más del 300% en plataformas de ajedrez online. ¡Fue como si todo el mundo quisiera jugar como Beth Harmon! Aunque hoy el Gambito de Dama es una de las aperturas más respetadas y estudiadas en ajedrez, durante los siglos XVIII y XIX muchos jugadores lo evitaban porque creían que entregar un peón tan temprano era una señal de debilidad o imprudencia. La jugada consiste en que las blancas ofrecen el peón de la columna “c” (2. c4) para ganar control del centro del tablero. Pero en esa época, el ajedrez era dominado por estilos agresivos y tácticos, como el Gambito de Rey, donde el sacrificio llevaba a ataques directos. El Gambito de Dama, en cambio, era más posicional y estratégico, lo que lo hacía parecer “pasivo” para los jugadores románticos del siglo XIX. No fue sino hasta el siglo XX, con el auge del ajedrez soviético y el enfoque científico de jugadores como José Raúl Capablanca, Mikhail Botvinnik y Garry Kasparov, que el Gambito de Dama se reivindicó como una apertura sólida, profunda y extremadamente difícil de contrarrestar.