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Los domingos son especiales en mi casa porque toda la familia se reúne para almorzar. Mi tía hace una sopa deliciosa, mis primos juegan en el patio, y mi abuela siempre cuenta historias de cuando era joven. Es una tradición que tenemos desde hace años.

Cuando hablamos de amor propio, no es egoísmo, es reconocer tu valor. Es entender que cada vez que dices "sí" cuando quieres decir "no", estás ignorando tus propias necesidades. Tu bienestar emocional merece respeto, empezando por ti misma.

Mira, necesitamos cubrir el turno de tarde esta semana, ¿vale? María está de baja y tenemos que encontrar alguien para sustituirla. ¿Podemos revisar la lista de personal disponible hoy? Es urgente resolver esto.

Bueno, los domingos en mi casa son especiales porque hacemos un almuerzo familiar. Mi tía prepara una sopa deliciosa, mi mamá hace el arroz, y todos ayudamos en la cocina. Después nos sentamos juntos a comer y contar historias de la semana.

Bueno, este fin de semana fue muy chévere porque salí con mis amigas al parque y después fuimos a comer helado. Mi mamá nos preparó empanadas cuando regresamos a casa. Me gusta mucho cuando pasamos tiempo así, todas juntas, conversando y riéndonos.

Ay, madre mía, aquí estoy otra vez con el papeleo de la seguridad social. Me han pedido mil documentos, y justo ahora que tengo que llevar a mi madre al médico. Uf, es que no doy abasto, de verdad. Entre los trámites y las citas, me va a dar algo.

Sabes, cada mañana me levanto con gratitud. Primero rezo, agradezco por este nuevo día, por mi familia, por las bendiciones que recibo. La fe es mi guía, mi fortaleza. Necesitamos estar en paz espiritual para poder enfrentar cualquier desafío que la vida nos presenta.

Y quiero dejar muy claro ante esta asamblea que defiendo con orgullo nuestros principios revolucionarios. A diferencia de algunos compañeros que cambian de posición según la conveniencia, nosotros mantenemos firme nuestra convicción ideológica. Muchas gracias.