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Hermanos, cuando estás en la prueba de la espera, no confundas la paciencia de Dios con el rechazo. El Señor está trabajando en silencio en tu vida. No es tiempo de rendirte, es tiempo de adorar más fuerte. ¿Alguien dice amén? Tu milagro está en camino.

Cuando Dios te da una victoria, hay gente que se alegra y hay gente que se entristece. ¡Pero gloria a Dios! No te preocupes por los que se alejan, preocúpate por los que Dios está enviando a tu vida. ¡Él sabe lo que hace! Dígale al que está a su lado: ¡Tu bendición está en camino!

Cuando el enemigo te diga que no puedes más, levanta tus manos al cielo. Declaro que viene tu tiempo de victoria. El Señor está rompiendo las cadenas, está destruyendo toda fortaleza. Lo que te quería destruir ahora huye de ti. ¡Tu victoria está declarada!

Cuando todo parezca derrumbarse, mantén la calma. Dios no te está castigando, te está moldeando. A veces rompe lo viejo para despertar lo nuevo. De tus lágrimas nacerá fuerza, y del dolor, propósito. No te rindas: lo que hoy duele, mañana te levantará. Dale gracias a Dios, incluso ahora, porque Él jamás falla.

Mire, cuando alguien viene con chismes, usted tiene que ser más inteligente. No se meta en ese drama, mi amor. La gente negativa siempre va a buscar cómo hacerle daño, pero usted tiene que ser más fuerte. Aprenda a poner límites y a valorarse.

Cuando Dios te da un propósito, no importa quién no lo entienda. El enemigo quiere que dudes de tu llamado, pero escúchame bien: Dios no se equivocó contigo. Él te escogió específicamente para este tiempo, para esta temporada. Tu valor viene del cielo.

Cuando miras esa situación difícil y dices "¿Por qué, Señor?", Dios te responde: "Estoy formando algo precioso en ti". No es casualidad donde estás ahora. Dios está usando cada momento para transformarte en el propósito que Él tiene para tu vida.

Tres consejos para proteger tu paz mental. Primero, aprende a guardar silencio cuando otros provocan. Segundo, no permitas que las redes sociales controlen tu vida. Tercero, mantén tu fe en Dios firme, porque Él conoce tu corazón. Si estás de acuerdo, escribe amén.