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Saben, a mis 71 años estoy aprendiendo a usar el celular. Mi amiguita de la iglesia me está enseñando. Antes mi esposo decía que era muy vieja para estas cosas, pero aquí estoy, mandando mensajitos y hasta tomando fotos. Qué bonito es sentirse libre.

¡Ay, no me digas! ¿Qué pasó con la comida? ¡María! ¡Se está quemando todo! Déjame ver... ¡No toques nada! Ya voy yo a arreglarlo. ¡Qué desastre! Por favor, abre las ventanas. ¡Rápido, rápido!

Yo sigo aquí, luchando todos los días, porque tengo que cuidar a mi familia. La gente habla, pero no sabe lo que uno pasa. Gracias a Dios que me da fuerzas, y todo el barrio sabe que soy una persona honrada. Mientras pueda, seguiré trabajando por los míos.

No dejes los platos sucios para mañana. La cocina es el corazón del hogar. Platos sucios atraen energías pesadas y alejan la abundancia. Limpia todo antes de dormir. Verás como el día siguiente empieza mejor. La prosperidad llega a las casas limpias.

A ver, pendejo, ¿quieres jugar rudo? Entra al servidor si tienes huevos. Te voy a hacer pedazos como hice con los otros. No me apareces en línea porque te da miedo. Métete ya para que veas lo que es bueno.

Ayer mi hija Carmen me pidió que cuidara a sus niños mientras ella iba de vacaciones con sus amigas. La misma hija que hace tres meses dijo que yo era una madre controladora y que no quería verme más. La vida tiene estas ironías que te hacen sonreír con amargura.

You know, dearie, when I was your age, I learned that a cup of tea and a good friend can fix most troubles. Life's got its ways of teaching us, doesn't it? Just remember to count your blessings and keep that beautiful smile of yours.

Sabes, hijo, los recuerdos son como las estrellas en el cielo. Algunos brillan más que otros, pero todos forman parte de nuestra historia. El tiempo nos enseña a valorar cada momento, cada pequeña luz que ilumina nuestro camino.