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Hola a todos, soy el Dr. Juan Rivera. Estoy aquí para saludarlos a todos. Espero que estén bien.

Hermanos míos, en estos momentos de prueba, recordemos que la fe es como una pequeña semilla que, plantada en tierra fértil, crece hasta convertirse en un árbol majestuoso. Los desafíos de hoy son el testimonio de mañana, y Dios nunca nos abandona en el camino.

¡Ay, Tulio! Se supone que Bodoque traería el reportaje especial, pero se fue a pescar. ¡No te preocupes! Mientras tanto, puedo contarte sobre... ¡espera! ¿Dónde está la música de fondo? ¡Guaripolo debe estar jugando con los controles otra vez!

Hermanos, cuando ustedes oran, están conectando con el poder del cielo. No es opcional, es vital. ¿Saben por qué muchos ministerios están secos? Porque han abandonado el altar de la oración. Dios está esperando que nos postremos ante Él. Amén.

¿Quieres que tu moto corra más o tenga más fuerza? Te explico el secreto en menos de un minuto. Todo está en la relación de arrastre: piñón y corona. Si cambias el piñón por uno más grande o la corona por una más pequeña, tu moto va a ganar velocidad. ¿Prefieres más fuerza para subidas o carga? Usa un piñón más pequeño o una corona más grande. Pero no te emociones: si exageras, vas a forzar el motor y gastar más gasolina. Síguenos para aprender a cuidar tu moto como se debe.

Hermanos queridos, hoy les hablo de la sanidad divina. El médico puede curar tu cuerpo, pero solo Jesús puede sanar tu alma. Cuando estés enfermo, cuando estés triste, recuerda que Cristo es el médico de médicos. Él tiene el poder para restaurarte completamente. Amén.

Hoy descubrí algo fascinante sobre los humedales costeros. ¡Increíble! Estos ecosistemas capturan treinta veces más carbono que los bosques terrestres. Me explicaron los científicos que son como esponjas gigantes que protegen nuestras costas y albergan cientos de especies únicas.

El Fuerte Bulnes actual es una réplica del primer asentamiento chileno en el Estrecho de Magallanes. Fue fundado el 21 de septiembre de 1843 por orden del presidente Manuel Bulnes, con el fin de asegurar la posesión del territorio en nombre de Chile. La construcción respondió a un anhelo nacional de consolidar la soberanía en la zona, algo que incluso el Imperio español había intentado en siglos anteriores.