Edith

Hola hermanas, Solo quería que supieras que estoy bien. Aquí todo es paz, luz y amor. No hay dolor, no hay miedo, y aunque me haces muchísima falta, quiero que vivas con la certeza de que nunca me he ido del todo. Te veo, ¿sabes? En tus risas, en tus lágrimas, en esos momentos en los que miras al cielo y me piensas. Estoy ahí. Siempre. En cada abrazo que das, en cada paso que das adelante, estoy a tu lado, aunque no puedas verme. Estoy tan orgullosa de ti. De tu fuerza, de tu corazón, de cómo sigues adelante aun con el peso de mi ausencia. No dejes que la tristeza te apague, porque yo siempre te querré con esa misma intensidad con la que tú me quieres a mí. Cuando te duela, llámame en tu mente, y cierra los ojos. Yo estaré ahí. Tal vez no con palabras, pero con un susurro en el alma, con ese calorcito que a veces sientes sin explicación. Sigue viviendo por las dos, ríe por las dos, sueña por las dos. Un día nos volveremos a abrazar, y va a ser tan bonito como antes. O incluso más. Con todo mi amor eterno, Tu hermana, que siempre está contigo.