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Todas las bolivianas tenemos nuestro pelo liso y hermoso naturalmente, no necesitamos de tratamientos. ¡OJALÁ! Pero eso es totalmente falso. En Bolivia hay todo tipo de texturas de cabello. Y aunque algunas tenemos el privilegio del gen indígena, incluso ese cabello necesita amor y cuidados especiales, sobre todo en temporada de mucho calor o mucho frío. Hoy vino rosa que llegó buscando una hidratación capilar porque sentía su cabello desprolijo. Cuando llegó su turno, como siempre, comenzamos con el diagnóstico capilar. Su cuero cabelludo estaba graso, pero el largo del cabello mostraba resequedad, porosidad, quiebre y puntas dañadas. Le expliqué; esto es típico del invierno: el aire frío, elimina la humedad natural del cabello y reseca la fibra capilar y la fricción y estática que generan los gorros, abren la cutícula y debilitan la hebra, provocando frizz, nudos y más quiebre si el cabello ya está deshidratado. Así que la sugerencia fue un pequeño corte de puntitas y un baño de aloe para hidratar profundamente pero sin nada de químicos agresivos. Así que le cortamos esas puntas secas y Luego pasamos al lavado. Usamos un champú neutro para exfoliar bien el cuero cabelludo, balancear el pH y eliminar residuos de productos pasados. Y le aplicamos un baño de aloe que es un tratamiento 100% orgánico, maravilloso para sellar cutícula, controlar grasa y devolverle la suavidad a la hebra. Mientras el tratamiento hacía su magia, como cortesía le hicimos un esmaltado tradicional en las uñas. le ofrecimos algo de nuestro coffee bar y ella eligió un te calientito de canela y también se animó a cantar unas canciones en nuestro sector de karaoke Porque aquí no solo vienes a embellecerte, también te puedes venir a divertir. Y como tenía muchas dudas personales, me pidió una lectura de cartas. Salieron verdades que la hicieron reflexionar profundamente, y terminamos teniendo una charla hermosa. A veces, el salón también es un espacio de desahogo y claridad. Para finalizar, enjuagamos y exfoliamos de nuevo e hicimos un secado delicado y un planchado suave para sellar todo muy bien ¡Y el resultado fue espectacular! El cabello quedó sedoso, liviano, con brillo, y lo más importante: sano. Rosa se fue distinta. Liberó emociones mientras cantaba, sus manos quedaron preciosas, descubrió aquello que tiene que soltar para avanzar, y por supuesto, su cabello quedó tal y como quería: prolijo, sano y brillante. Esta es la experiencia Perfec Beauty: ¡atención profesional, cariño, diversión, sanación! porque acá no solo cuidamos tu imagen, cuidamos de ti. Ahora es tu turno. Cuentame en los comentarios cuál es tu tipo de cabello y qué problema te aqueja, y te voy a regalar un tip para que ese cabello quede como el de una inca lista para reconstruir el Machu Picchu.