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¡Ey, qué pasa, gente! Soy Aquiles, el manco legendario de Call of Duty Mobile… sí, ese que dispara primero y muere primero, el mismo que se confunde al lanzar la granada y se la come él mismo… ese soy yo. Pero hoy… hoy la cosa se ha descontrolado. Porque no sé en qué momento de mi vida, ni en qué universo paralelo me desperté y dije: “¿Sabes qué? ¡Voy a jugar Free Fire!” ¡FREE FIRE, TÍO! El juego que juré nunca tocar. El juego que siempre dije que parecía un simulador de correr con mochilas que brillan más que el futuro de Bad Bunny. Y aquí estoy. Jugándolo. Grabándolo. Y encima haciendo contenido. ¡Qué vergüenza, mamá, perdóname! Y lo peor no es eso. Lo peor es que… me lo estoy pasando bien. ¡Sí, lo dije! ¡Me divierte! ¿Estoy bien de la cabeza? No lo sé. ¿Tengo fiebre? Puede ser. ¿Perdí una apuesta? Probablemente. A ver, vamos por partes. Free Fire no es un juego malo. O sea… raro, sí. Es como si Fortnite y PUBG se hubieran ido de fiesta, se hubieran emborrachado y de esa mezcla saliera esto. Pero oye, tiene lo suyo. Las partidas duran lo que un café, los personajes tienen poderes sacados de Dragon Ball, y puedes jugar con una mochila que es literalmente una llama con gafas de sol. ¡¿Qué más queréis?! Yo antes decía: “Nah, eso es para niños rata que juegan en calculadoras.” Pero ahora que me he metido… hermano, esto engancha más que las novelas turcas de mi abuela. ¿Y sabéis por qué empecé con esta locura? Porque estaba aburrido de COD. Bueno, no aburrido del todo… solo un poco… bueno sí, estaba más aburrido que un bot parado en zona segura. Pero no es culpa de COD, es que necesitaba cambiar el chip. Algo diferente. Algo que me hiciera reír. Y vaya si lo ha conseguido. Así que sí, este es mi primer video de Free Fire. No tengo ni idea de lo que estoy haciendo, ya me mataron antes de grabar la intro, y probablemente me maten otra vez antes de terminar este párrafo. Pero eso da igual, porque este canal, chavales, no va de ser el mejor. Va de reírnos, de hacer el ridículo con estilo, y de cagarnos de la risa mientras tratamos de sobrevivir en este juego donde el sartén es más letal que una sniper. Así que nada… bienvenidos al canal, bienvenidos a esta nueva locura, y si no muero en los primeros treinta segundos… consideradlo un milagro. ¡Vamos al lío, que el manco ha cambiado de juego, pero no de suerte! -